Normalmente este tipo de obras
sobre papel, como acuarelas, grabados, carboncillos, pasteles, etc., deben
protegerse de la humedad, las manchas y los roces. Para ello conviene ponerle un
cristal, pero que no toque la obra directamente.
El método más común es poner
un paspartú (passe-partout) entre el dibujo y el cristal. Este sistema consiste
en hacer una “ventana” de cartulina, cartón o papel grueso. Es usual que estas
obras tengan ya un margen de papel, es decir, que el dibujo no llega hasta el
borde del mismo. Por ello, se acostumbra a tapar un poco del papel con el
paspartú, que éste monte sobre la hoja. Pero cuando la obra no tiene ese margen
en blanco, o aunque lo tenga, el papel tiene un corte irregular y queremos que
quede a la vista, podemos utilizar un doble paspartú. Estéticamente queda mejor
que se vea el borde irregular y que el dibujo tenga unos bordes blancos para
que “respire”. Lo contrario de llama “a sangre”, cuando el dibujo llega
directamente al marco.
Doble
paspartú con borde irregular a la vista
Doble
paspartú con borde irregular oculto (A sangre)
En este caso, el paspartú
superior podrá ser de un tono más claro, mientras que el inferior puede ser más
oscuro y recurrir a uno de los colores de la imagen. Los bordes del paspartú es
recomendable de 4 a 6 cm. de ancho, puesto que unos bordes demasiado finos
portan un aspecto poco elegante.
Evidentemente este efecto
también lo podríamos conseguir si en lugar de utilizar paspartú usamos dos
cartulinas. El paspartú tiene unas propiedades que la cartulina carece, aparte
de su espesor. El paspartú suele tener un grosor de 1,4 mm como mínimo hasta 3
mm. Luego es un papel tratado y libre de ácidos, lo cual evita que acabe
amarilleando.
Para sujetar estas obras sólo
utilizar cinta adhesiva de doble cara libre de ácidos. Esta tipo de cinta nos
permite poder sacar la obra en el futuro, sin dañar el papel. Sugiero sellar con
cinta de papel las juntas del marco por detrás para evitar humedades y polvo.
En cuanto al marco, se sugiere
elegir una moldura de madera de tonos naturales o ligeramente teñidos. Si la
acuarela es de colores vivos, también se pueden utilizar molduras de madera o
aluminio en tonos opacos, pero desaconsejamos en cualquier caso, el uso de
molduras brillantes.
La manera para ponerles marco
es con un soporte rígido por detrás, como puede ser un cartón duro, una tabla
de DM (fibrapán, papel prensado simulando madera) o cartón pluma, que contiene
corcho blanco, es ligero, evita las humedades de las paredes, y es libre de
ácidos. Yo te recomiendo este último, ya que es un material que puedes
conservar para siempre con la obra.
Para quitar peso y fragilidad
del cristal se suele utilizar un vidrio plástico, llamado arraglás - que por un
lado tiene acabado mate y por el otro acabado brillo - o el arrasol - ambas
caras tienen acabado brillo -. También se utiliza el metacrilato, pero el
precio es superior al del arraglás. Por precios el más económico es éste
último, le sigue el arrasol y por último el metacrilato, que lo hay de diversos
grosores. Ventajas del arraglás: no pesa ni se rompe en pedazos como el
cristal. Desventajas: se raya con mayor facilidad. Nunca limpiarlo con paños,
ni líquidos, sino tan sólo con plumero o estos modernos atrapa-polvos. Por
último hay que tener en cuenta que si el paspartú es de 1,4 mm a 1,6 mm de
espesor se podría utilizar cristal mate, pero para grosores superiores no
conviene, al separar el vidrio mate de la obra, la definición es cada vez
menor.
Tomar la medida del interior del marco sobre el cartón o cartulina
Separar los trozos sobrantes
Trazar una ventana del tamaño del dibujo, hallando el centro.
Recortar por el trazo para obtener la ventana o paspartú
Después de muchos años de ser uno de los mejores amigos de uno de mis mejores amigos, Jackie cumplió con su tiempo en esta vida y le tocó descubrir qué hay después. Como su recuerdo será imborrable, quise plasmarlo en este retrato para que nunca deje de estar presente.
Gif animado con el proceso creativo
Fotografía original copiada de Facebook
Fotografía retocada para aclarar colores
Fotografía retocada a modo de trazos, gracias a la página web
Sobre una impresión de la foto anterior, dibujo una cuadrícula de 1 cm por 1 cm, y luego la repito sobre el papel definitivo, ampliando o reduciendo las medidas si es necesario. Esta cuadrícula apenas debe verse, y luego hay que borrarla.
El color tiene que aplicarse en varias capas, y empezando por los más claros y aguados. Luego hay que dejar secar antes de aplicar la siguiente capa, de lo contrario se mezclarían. Si queremos algún blanco, como en los ojos o en algún brillo, dejamos el original del papel. En el caso de que el papel no sea blanco, podemos usar acuarela blanca, pero quedará menos luminoso que el papel limpio.
Dado que el color predominante en este dibujo es el amarillo y los ocres, las sombras vendrán dadas por su opuesto, el azul.
Los marrones y ocres más oscuros deben aplicarse los últimos, y con poca agua, para que no se extiendan mucho y el color se concentre en zonas pequeñas.
Para terminar unos leves toques de tinta china para los negros, en los bordes de los párpados y de los iris, en las pupilas, y en los agujeros de la nariz. Nunca mojar el dibujo después de la tinta, porque se humedecería y mancharía todo.
Hasta siempre Jackie
Y como extra, un retrato más desenfadado, reflejo de sus múltiples sesiones de fotos con muuucha paciencia.
fotografía original
Primer intento con carboncillo en los negros, sanguina en los rojos y lápiz azul. Los pigmentos no se pegaban bien al papel y soltaban mucho polvo, así que probé otro tipo de colores.
Dibujo creado a partir de los trazos de la foto retocada. Existen varios métodos para hacerlo, según el tipo de soporte para la obra final. Se puede calcar con papel carbón, pero no se podrá borrar. Se puede copiar colocando una fuente de luz debajo del papel, o bien colocándolos sobre una ventana, si el papel final es fino, pero entonces no soportará colores al agua. Yo en esta ocasión dibujé una cuadrícula sobre una copia de la foto manipulada, y luego repetí esa cuadrícula en el papel final, sin que se vea mucho. Luego la borraré.
Después se aplica el color del más claro al más oscuro en varias capas, esperando a que seque la primera antes de aplicar la siguiente, si no quieres que se mezclen. La acuarela es una pintura muy transparente, que deja ver el lápiz de debajo y no lo borra.
Para terminar apliqué tinta china negra para colorear el pelo de la cabeza, las cejas y las pestañas. Es importante aplicar la tinta después del color, pues el agua de la pintura licua la tinta y la elimina, manchando todo el dibujo.
Montaje fotográfico donde he tomado la imagen buena de los dos y las he unido en una. A partir de esta imagen creé el dibujo a lápiz.
En esta ocasión probé otra técnica para reproducir el dibujo ampliando las medidas. Para eso imprimí sobre una lámina de plástico varias copias de la foto, con distintos niveles de tinta, en positivo y en negativo.
Luego los recorté y los superpuse en un proyector de diapositivas, de manera que proyectaba una imagen lineal que podía ampliar y reducir.
Después sólo tenía que repasar las líneas con lápiz para conseguir el dibujo en bruto, y luego mejorarlo y mejorar los detalles.
Dibujo a lápiz con las primeras capas de color con pintura al agua (acuarela).
Dibujo con base de color completa, a falta de los detalles negros que van con tinta china.