jueves, 4 de agosto de 2011

Los cinco colores primarios o sagrados

 El azul del Glaciar es el color de los atractivos ojos de Jondalar, y que también heredó Jonayla.

-Ya hemos hablado antes de la importancia de la palabra de contar "cinco"... las cinco partes de una manzana, los cinco dedos de cada mano, los cinco dedos de los pies... [...] Hay también cinco colores primarios, o sagrados. Todos los demás colores son aspectos de los colores principales. El primer color es el rojo. Es el color de la sangre, el color de la vida, pero del mismo modo que la vida no perdura, el color rojo rara vez permanece tal cual por mucho tiempo.Cuando la sangre se seca, el rojo se oscurece, pasa a ser marrón, a veces muy oscuro.
El marrón es un aspecto del rojo, llamado a veces rojo viejo. Es el color de los troncos y las ramas de muchos árboles. Los ocres rojizos de la tierra son la sangre seca de La Madre, y si bien algunos pueden tener un tono muy vivo, de aspecto casi nuevo, a todos se los considera rojo viejo. Algunas flores y frutas presentan el verdadero color rojo, pero las flores son efímeras, como también lo es el color rojo de la fruta. Cuando una fruta roja, por ejemplo la fresa, se seca, pasa a ser de color rojo viejo. [...]

-El segundo color primario es el verde [...]. El verde es el color de las hojas y la hierba. Es también un color de la vida, claro está, de la vida vegetal. En invierno veréis que muchos árboles y plantas están marrones, lo que significa que su verdadero color es el rojo viejo, el color de la vida. En invierno las plantas sólo descansan, reuniendo fuerzas para su nuevo crecimiento verde de la primavera. Con sus flores y frutos, las plantas exhiben asimismo casi todos los demás colores. [...]

-El tercer color primario es el amarillo, el color del sol, Bali, y el color del fuego, aunque los dos contienen también mucho rojo, lo que demuestra que poseen vida propia. En el sol, se ve el rojo sobre todo por la mañana y al atardecer. El sol nos da luz y calor, pero puede ser peligroso. Un exceso de sol puede quemar la piel y secar las plantas y los abrevaderos. Nadie tiene control sobre el sol; ni siquiera Doni, La Madre, podría controlar a su hijo, Bali. Sólo podemos intentar protegernos de él, apartarnos de su camino. Aún más peligroso que el sol puede ser el fuego. Éste sí somos capaces de controlarlo, y es muy útil, pero nunca debemos ser descuidados con él, ni quitarle importancia por su presencia cotidiana.
No todas las cosas amarillas son calientes. La tierra puede ser amarilla, y existe el ocre amarillo además del ocre rojo. Algunas personas tienen el pelo amarillo, [...] y naturalmente es el verdadero color de muchas flores. Al envejecer, siempre adquieren el color marrón, que es un aspecto del rojo. Por esa razón algunos aducen que el amarillo debería considerarse un aspecto del rojo y no un color sagrado por derecho propio, pero la mayoría coincide en que es un color primario que atrae al rojo, el color de la vida. [...]

-El cuarto color primario es el transparente [...]. El transparente el es color del viento, el color del agua. El transparente puede mostrar todos los colores, como cuando miráis las aguas quietas de un estanque y veis un reflejo, o cuando las gotas de lluvia forman todos los colores al salir el sol. El azul y el blanco son aspectos del transparente. Cuando miramos al viento, es transparente, pero cuando fijamos la mirada en el cielo, vemos el azul. El agua de un lago, o la de las Grandes Aguas del Oeste, suele ser azul, y el agua que se ve en los glaciares es de un azul intenso. [...]
Hay fruta azul [...], en especial bayas, y ciertas flores, aunque las flores azules son menos comunes. Muchas personas tienen los ojos azules, o de un azul mezclado con gris, que es también un aspecto del transparente. La nieve es blanca, como lo son las nubes del cielo, aunque éstas pueden ser grises cuando se mezclan con la oscuridad para producir la lluvia. Sin embargo su verdadero color es el transparente. El hielo, aunque parezca blanco, es transparente, pero ya conocéis el verdadero color de la nieve y el hielo en cuanto se funden, y de las nubes cuando llueve. Hay muchas flores blancas, y encontramos tierra blanca en algunos lugares. [...] pero sigue siendo un aspecto del transparente. [...]

-El quinto color sagrado es el oscuro, llamado a veces negro. Es el color de la noche, el color del carbón cuando el fuego ha consumido la vida de la madera; es el color que invade el color de la vida, el rojo, sobre todo cuando envejece. Algunos dicen que el negro es la tonalidad más oscura del rojo viejo, pero no es así. Lo oscuro es la ausencia de luz y la ausencia de vida. Es el color de la muerte. Ni siquiera tiene una vida efímera; no hay flores negras. Las cuevas profundas muestran el color primario oscuro en su forma más auténtica.

Extraído de "La Tierra de las Cuevas Pintadas", saga Los Hijos de la Tierra, de Jean M. Auel, Editorial Maeva

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